Poniéndome al día

  


Mucho, mucho, mucho ha llovido desde la última entrada en el blog, es curioso una intentando cumplir con lo de una entrada por semana, aconsejada por los blogger expertos como las cinco piezas de fruta al día aconsejadas por los médicos.... y yo voy y me lo salto van siete meses. Y digo curioso, también, porque de un tiempo a esta parte he descubierto lo importante que es el número siete para mi, se hablan de ciclos en la vida que van de siete en siete años y en psicología es toda una referencia esos ciclos.
Entiendo que este "siete meses", hizo insostenible el alargar en el tiempo este post de hoy.
Y ya entrando en materia, la introducción ha sido muy larga, te cuento; como siempre estoy metida en muchas cosas, proyectos, cuadros, dibujos, clases, talleres..... que no hacen más que ser reflejo de mi personalidad inquieta, que no "desinquieta" aunque eso sea muy canario. Como siempre sigo teniendo el placer de acercar las técnicas artísticas y el espíritu creativo a los alumnos de L'atelier. Me he tomado un tiempo en terminar estudios que me han ayudado a profundizar más en la parte terapéutica del arte y me ha abierto un mundo de posibilidades para ayudar a los demás. También y como siempre he estado creando, tuve un encargo muy especial para un amigo, algo que empezó siendo un mural terminó siendo un dibujo al pastel, con muy buen resultado (son las fotos que preceden este post). También estuve experimentando mezclando dibujo y acuarela, disfrutando de ver las posibilidades de la técnica, en estos días participo en una exposición colectiva en el Círculo de Bellas Artes de Tenerife y llevo algunos de estas creaciones. Lo último ha sido hacerme un autorretrato, algo que hacía mucho tiempo que no sucedía y me ha resultado muy grato, examinar con pastel en mano mi cara al detalle y buscar cada expresión, cada mínimo trazo a reproducir, ha sido muy terapéutico.

Lo cierto es que echaba de menos hablar contigo, no se quien eres o donde estás, aunque algunos me habéis hecho partícipe de esa información, pero tampoco importa, porque me limito a escribir para aquel al que le apetezca leerme un rato, sin esperar nada, solo disfrutar de estas horas nocturnas hablando contigo y dejándome volar con las teclas de Manuela (mi portátil, siempre he tenido la costumbre de ponerle nombre a todo lo que se me acerca a corta distancia en mi vida).

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